Sois muchos los que os hacéis esta pregunta, si hace unas semanas  ya recomendábamos a nuestros novios un plan b, en el que contemplábamos un retraso en la fecha de la boda, que bien podía ubicarse a finales de este año o en el año que bien, hoy lamentablemente tras las palabras de ayer de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, donde señalaba que la reanudación de la actividad se haría en dos tiempos, una primera etapa en verano y otra a fin de año, y estando nosotros ubicados en ese segundo tramo, ya que dentro de ese segundo periodo se  ubicaban el turismo, que incluye la hostelería y la restauración pues no tenemos más remedio que recomendaros que la boda se aplace para el próximo año.

Aunque serán las autoridades sanitarias las que marquen la vuelta a la normalidad, nosotras entendemos que un evento que engloba a un gran número de personas, no podrá desarrollarse con normalidad y puede que se especifiquen una serie de normas a cumplir que puedan hacer que la boda resulte un evento frío y distante, cuando lo que queremos es todo lo contrario.

A esto además le sumamos para haceros esta recomendación, no solo la situación económica en la que muchos vamos a quedar tras esto y que una boda, será un gasto difícil de asumir para muchos de nuestros familiares, sino que, la organización de una boda, es algo que se disfruta mucho, es un proceso que nos recarga de ilusión y felicidad, al estar viviendo esta situación de incertidumbre, somos conscientes de que no lo estáis disfrutando como quisierais, ese es un punto más en el que nos basamos para recomendaros el cambio de fecha de la boda.

Sabemos que es difícil de asimilar nuestra propuesta, pero lo hacemos porque estamos convencidas de que os quitará muchos calentamientos de cabeza y noches sin dormir y os hará estar más positivos, si cabe, dentro de esta situación, ya que lo que pensareis será que ya no os vais a ver afectados y que para entonces todo estará solucionado.

En cuanto a los proveedores, todos están siendo muy empáticos con la situación y están aportando diferentes soluciones, en muchos casos están guardando una segunda fecha sin anular la que estaba prevista y sobre la marcha se decide sobre un día u otro, y así os garantizáis que ya tenéis hueco para el año que viene, ya que el próximo año será un año a tope de bodas, o al menos eso esperamos. También podéis ir directamente al plan b y cambiar la fecha de la boda sin guardar la de este año.

Si sois o vais a ser una de las parejas afectadas por este motivo, os pedimos algo y es que el día previsto de boda, de alguna manera lo celebréis, que hagáis un brindis virtual con vuestros familiares, y una cena especial con vuestra pareja, donde incluso volváis a recrear la pedida de mano. Y recordar que una fecha prevista no puede condicionar vuestro estado de ánimo, lo que debe condicionar vuestro estado de ánimo es que la boda va a realizarse sí o sí antes o después.